Contra la trata

Vigilia de Oración contra la trata en Getafe

Reflexión. Conciencia. Plegaria.


En la Capilla del Hospitalillo de Getafe ha tenido lugar este viernes 25 de febrero una Vigilia de Oración contra la trata. Un encuentro para mirar desde la fe el terrible fenómeno de la trata de seres humanos.

Ha tenido tres momentos:

Un primer momento de perdón, en el que hemos mirado a los que generan víctimas y hemos implorado el perdón para ellos.

Un segundo momento de sanación, en el que hemos tenido presentes especialmente a las víctimas que necesitan ser curadas.

Un tercer momento de intercesión, en el que hemos buscado abrirnos a esta realidad, sin minimizarla ni mirar a otra parte.

Todo ello intercalando escucha de la palabra, silencio meditativo y oración compartida.

Ante el altar una preciosa imagen de santa Josefina Bakhita, obra de Liliana Coronado, nos ha hecho presente la fuerza de su testimonio y la eficacia de su intercesión. y nos ha proporcionado los signos que han dado cuerpo a nuestra vigilia.

Fijémonos con una mirada contemplativa en la imagen de Santa Josefina Bakhita que preside nuestra celebración
La autora del cuadro al plasmar el lienzo nos presenta a Santa Bakhita como testigo de libertad, de humanidad, de luz, de caridad, de paz, de alegría. Testigo del perdón y de la misericordia de Dios
A pesar de haber llorado tanto en su vida. Dios guardó cada una de sus lágrimas en el odre de su corazón, ellas eran valiosas a sus ojos. La colmó de una dulzura humana divina que revelaba la calidez africana, la nobleza y sencillez de su gente, un corazón también africano, universal y libre.
Por ello lo lleva en el centro de su pecho y con su mano acaricia su amada Tierra Sagrada.
Ella inspira la lucha por la Libertad de todo cautivo. Con las cadenas rotas nos recuerda que muchas personas las tienen entre sus manos y en sus corazones. Invita a liberarnos de nuestras cadenas de indiferencia, de prejuicios, y de toda aquella cadena que ate el vuelo, cadena de destierro y de dolor.
Bakhita camina con todos lo que sienten añoranza de la libertad, voces que gritan en los desiertos del desamor, para transformarlos en manantiales. Ella nos inspira que para liberar tenemos que ser libres. Abrazar la libertad, abrazar los corazones afligidos, comprender el sentido de la belleza del camino, porque cuando soy libre suscitaré la libertad del otro. La libertad siempre es generosa.
Por ello, en el cuadro, Santa Bakhita lleva el corazón en la mano.
Bakhita cuando conoce y reconoce esa presencia tan íntima y misteriosa expresa su alegría. Por ello, el fondo del cuadro tiene diversos colores: las líneas verticales sugieren dignidad, crecimiento, ascensión, fuerza, equilibrio, espiritualidad y elegancia; la horizontal, tranquilidad, reposo, estabilidad, inmensidad. Todas ellas, más los diversos colores, se condensan en su traje blanco que expresa su esencia.