Fernando Redondo, nuevo Director del Departamento de Migraciones de la Conferencia Episcopal Española
Sustituye al dominico Xabier Gómez, nombrado Obispo de Sant Feliú de Llobregat
Fernando Redondo Pavón, sacerdote de la diócesis de Getafe, y hasta ahora su Delegado de Migraciones, acaba de ser nombrado Director del Departamento de Migraciones de la Conferencia Episcopal Española.
Sustituye en la tarea al dominico Xabier Gómez, recientemente designado por el Papa Francisco como Obispo de la Diócesis de Sant Feliú de Llobregat, en Barcelona.
¿Quién es Fernando Redondo?
Fernando es asturiano de nacimiento, donde pasó su primera infancia. Su familia, como tantas otras de la época, vino a Madrid cuando, en su caso, el trabajo en la mina dejó de ser posible, y acabó instalándose pronto en una barriada de Getafe, migrantes entre migrantes.
Con los Javerianos, muy joven, hizo sus primeras experiencias de misión en Bangladesh, uno de esos sitios donde —como le hemos oído comentar muchas veces— el primer anuncio es de verdad primero y consiste en acoger y dejarse acoger por los que son de otra raza, cultura y religión. Su formación teológica la realizó entre lo que hoy es la Facultad de San Dámaso y la Universidad Pontificia de Comillas, y la ha completado más adelante con estudios bíblicos en Jerusalén.
En la diócesis de Getafe fue siete años capellán de la prisión de Valdemoro, aunque la llamada de la misión acabó por llevarle durante cerca de quince al Amazonas brasileño a través de la Obra para la Cooperación Sacerdotal Hispanoamericana (OCSHA).
De vuelta a la diócesis ha sido párroco en el barrio de La Fortuna de Leganés, un verdadero semillero de riqueza multicultural, y ha prestado su apoyo como cura en El Bercial y en la Parroquia de La Magdalena.
Desde 2019 ha sido Delegado de Migraciones de Getafe, una diócesis en la que uno de cada seis habitantes ha nacido fuera de España, y donde los que hoy les reciben en muchos casos son familias que un día fueron acogidas cuando llegaron buscando un futuro mejor desde otras zonas de la Península.
Como Delegado ha dado continuidad a la rica actividad de los equipos anteriores: la orientación personal y jurídica a los recién llegados con el equipo multiprofesional del Hospitalillo, el proyecto “Convivir es vivir” de primer alojamiento, la atención al grave problema de la Trata, el diálogo interreligioso e intercultural, la colaboración con parroquias y otras comunidades, el trabajo en red con entidades de ámbito no específicamente religioso, etc.
También ha promovido un Plan Pastoral trienal específico, partiendo de la situación real de los municipios de la diócesis y en línea con el rico magisterio de Francisco sobre las Migraciones y las personas migrantes. Con Fernando, en el terreno de la sensibilización pública, también se ha dado forma estable a los Círculos de Silencio donde mensualmente se denuncian las realidades de discriminación que sufren los migrantes, se combaten los bulos con los que se les estigmatiza, y se pone en valor su aportación a la vida social y a la convivencia.
La colaboración y el apoyo que ha prestado estos años a Xabier Gómez, a quien ahora sustituye, es lo que estamos seguros que recibirá también de las Delegaciones y Secretariados de Migraciones de las diócesis españolas. Y a ellas, a su vez, él les aportará su capacidad de trabajo y el saber hacer aprendido a pie de calle aquí y allá para ayudar a construir comunidades verdaderamente acogedoras y misioneras, que de eso se trata.
¡Buena tarea, Fernando!